Adaptógenos y la regulación del sistema nervioso
Adaptógenos y la regulación del sistema nervioso.
Nuestro sistema nervioso es nuestro mayor guardián. Decide cuándo alertarnos y cuándo relajarnos. Está profunda y esencialmente atento a nuestras necesidades, y responde según lo establecido, como el programa de una computadora.
Ante una situación potencialmente amenazante, se activa preparando el cuerpo para la acción, liberando hormonas como el cortisol. Esto resulta absolutamente crucial para nuestra supervivencia pues por ejemplo, entender que debo correr cuando veo un depredador, fue lo que nos permitió llegar hasta aquí en la escala evolutiva.
El problema es que hoy en día, con la cantidad de estímulos disruptivos a los que nos vemos expuestos en nuestro cotidiano, (como contaminación lumínica y sonora, alimentos de mala calidad, escasos recursos de educación emocional, etc.), la norma social actual es vivir con sistemas nerviosos desregulados.
Esto quiere decir, sistemas nerviosos con baja flexibilidad para salir del estado de alerta; lo que puede traducirse como hiper-productividad, fatiga crónica, irritabilidad, susceptibilidad, dificultades con la atención y el sueño, desórdenes hormonales y digestivos, entre tantas otras cosas.
A la larga, esto establece respuestas automatizadas hacia estados defensivos, estrés y ansiedad difíciles de cortar, que nos alejan cada vez más de estados de seguridad, relajación y disfrute verdaderos que son regenerativos y necesarios para nuestra salud integral.
Las medidas a tomar para establecer un sistema nervioso regulado y flexible pueden ser muchas y muy personales, pero algunas generales pueden ser:
- Tener un espacio terapéutico resonante donde reaprender a gestionar mis emociones
- Vivir en un lugar en el que me sienta cómodx
- Mantener vínculos saludables
- Comer alimentos que me nutran
- Hacer alguna actividad física que me genere disfrute
- Tener actividades/hobbies que me regeneren
- Tener contacto frecuente con la naturaleza
En este posteo haremos foco en el aporte que pueden otorgar las plantas y hongos adaptógenos como el Reishi y la Rhodiola en la causa. Se trata de potentes adaptógenos, que como su nombre lo indica, aportan al cuerpo capacidades adaptativas. Al tener historias milenarias y de resistencia a innumerables climas y paisajes, nos proporcionan esta información: la de recordarnos flexibles y adaptativos.
Al estabilizar los niveles de hormonas del estrés, tener compuestos que aumentan la resistencia física y mental tanto como antioxidantes que protegen de daños oxidativos, consumirlos diariamente puede resultar ser un aporte sumamente regenerativo para la flexibilización de nuestro sistema nervioso.
Vamos de a poco, entre todes, RECONOCIENDO REORDENANDO Y REGENERANDO.
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